miércoles, 6 de mayo de 2020

LaVisión

Ahí estaba yo, en aquella tarde de invierno. La estufa ardiente gracias a la leña recién cortada por el hacha del patio. Una tarde blanca, el cielo lleno de nubes, la casa calentita. Mi abuela, sentada en el comedor y a su izquierda su madre, acabaron de hacer mini pie de limón, ¡Qué delicioso!, me muestran la bandeja y pruebo uno, en seguida camino hacia el living, allí estaba mi primo recostado en el sillón viendo televisión, no recuerdo qué estaba viendo, pero me recosté en el sofá cama a disfrutar esta bella tarde invernal. Pero aquí sucede lo que yo llamo ''click'', cuando se delata la situación. Una fuerza me arrastra hacia el suelo, siento un hormigueo en el cuerpo incontrolable, me hace perder el dominio de mí misma, miro por el pasillo de la sala de estar hacia la puerta del dormitorio de mis abuelas, y ahí viene. Cuando lo vi a primera vista me excitó su vana belleza, venía hacia mí, yo lo podía presentir, y yo ahí, en el suelo sin poder tomar control. Lentamente daba pasos, sus ojos café oscuro, tes blanca, un poco rubio, no es tan de mi gusto pero algo tenía que me cautivó. Ya está a mitad de camino, a unos dos metros de mí y se agacha, ahora gatea y su rostro se empieza a transformar en una especie de demonio, hombre lobo, lo que sea, pero ya está frente a frente conmigo y siento el miedo en cada parte de mi ser. Nada era real, nada fue real, la bella tarde, la estufa, el exquisito dulce, todo lo que viví era mentira, Una ilusión, visión, como quieran llamarle, cada vez que me sucede esto despierto desorientada, no sé qué día es, ni qué año, dudo de quién soy si es que acaso existo, cuál es la realidad... ¿Les ha pasado algo similar?